Hoy mis manos han gritado; han tocado el infinito,
Voces eternas las han elevado, el erótico silbido de un dios dorado las ha extendido
Y fueron suavizadas por los quejidos de una misteriosa reina con cabellos metálicos.
Si, mis manos han despertado al fin
Y con ellas mi alma; que sueña con el canto de extraños objetos. . .
Que en cada estación delira con el peso de alargados dedos sobre algún piano solitario.
Mis sentidos enloquecen con formas que nacen entre manos de genios,
Formas invisibles,
Formas ignoradas por mis retinasPero absorbidas por mi alma soñadora
Voces eternas las han elevado, el erótico silbido de un dios dorado las ha extendido
Y fueron suavizadas por los quejidos de una misteriosa reina con cabellos metálicos.
Si, mis manos han despertado al fin
Y con ellas mi alma; que sueña con el canto de extraños objetos. . .
Que en cada estación delira con el peso de alargados dedos sobre algún piano solitario.
Mis sentidos enloquecen con formas que nacen entre manos de genios,
Formas invisibles,
Formas ignoradas por mis retinasPero absorbidas por mi alma soñadora
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